Escrito por Marcos Carcelén.
Innerlands surgió como una banda de amigos que quería hacer música celta, pero “de otra forma”. No queríamos especializarnos en música de “raíz” folk irlandesa. Nos gustaba ese tipo de música, pero también otros muchos géneros. Cuando Julio y Rubén buscaban a un violinista, me “engancharon” hablando de rock progresivo. Yo no sabía mucho de música irlandesa, a mí me iban otras cosas: Pink Floyd, Genesis, Marillion, King Crimson. Pero tocar con Innerlands era sinónimo de buen rollo, diversión, de dejarse llevar, y lo compaginé con otros muchos proyectos musicales.
Para Innerlands, grabar un disco era plasmar el momento en el que estaba progresando el grupo. En 2009 quisimos mostrar lo que llevábamos años haciendo en directo: usar el folk como excusa para hacer música, conectar con un público que se lo pasaba en grande escuchándonos, que reía, se emocionaba, bailaba, etc. “Use the folk” (2009) mostraba una serie de canciones tradicionales irlandesas arregladas por nosotros, transformadas, rearmonizadas, mezcladas y retorcidas hasta el límite sin ningún pudor. Incluso incorporamos algunas grabaciones en directo donde reflejábamos qué era ir a un concierto nuestro.
En 2010 celebramos diez años juntos en la sala Carolina de Valencia. Fue un concierto emblemático de casi tres horas donde la gente salió entusiasmada. Tanto la banda como el público salió mostrando una gran sonrisa en su cara. Después de aquello supimos que había que dar un paso adelante. Ese paso, obviamente, era componer nuestra propia música.
En 2015 vio la luz “Sobre hierbas y veneno”, un disco con nuestras primeras composiciones, de gran influencia folk irlandesa, pero con “algo” más. En el momento que quisimos crear nuestra música, todas nuestras influencias empezaron a aflorar: estructuras complejas, cambios de ritmo, arreglos orquestales, música descriptica…, todo con el sello “celta” que llevábamos años experimentando. Hacia el final de la grabación, incorporamos la voz al grupo. De esta forma nos vimos obligados a incorporar nuestra primera canción vocal. Esa canción fue “One-way ticket”, una canción lenta en inglés con arreglos de cuerda y muy melancólica. Se convirtió en seguida en una de nuestras favoritas del disco.
El disco lo movimos en directo y vimos que gustaba a la gente. Era nuestra música y gustaba al público, algo que nos llenaba de orgullo.
En 2017 decidimos que era hora de volver a componer nuestra música, pero esta vez sería plenamente vocal. La experiencia de “One-way ticket” nos encantó, aunque hacer la letra en inglés nos limitó mucho a la hora de expresarnos. Así que decidimos que esta vez sería en nuestra lengua materna. Aprovechando un parón de meses sin conciertos, empezamos a quedar para tocar lo primero que se nos ocurría. Es en estas circunstancias cuando todo nuestro bagaje musical salió a la luz, todo lo que habíamos aprendido o escuchado surgió de forma inconsciente. ¿Iba a ser celta, folk, pop, rock progresivo, clásico? Bueno, iba a ser un poco de todo.
“Amar Nacer” (2019) es un disco que surge de la forma más natural posible. Nadie propuso un estilo definido: “tiene que sonar celta”, o “que suene más pop para que llegue a más gente”. Nada de eso sucedió. Tan solo había un deseo de dar el máximo en cada canción y sobre todo, transmitir emoción. Siendo un grupo que llevaba años trasmitiendo emoción en los conciertos, era el momento de trasmitirlo en estudio.
Fue al acabar la grabación del disco cuando nos preguntamos: ¿esto es celta, es folk, es pop?
A finales de agosto de 2019, cuando el disco aún no había salido a la venta, decidimos presentarnos a un concurso de música folk en Euskadi, una de las cunas del folk en nuestro país. Fuimos al festival Urdufolk para tocar exclusivamente nuestro nuevo disco ante unas personas que no nos conocían ni nuestra antigua música ni la nueva. ¿Cómo recibirían estas canciones un público tan acostumbrado a escuchar folk? La respuesta no pudo ser mejor. Ganamos el primer premio al mejor grupo del Festival. Habíamos superado el examen.
Seguimos preguntándonos: ¿hacemos celta, hacemos folk, hacemos pop? Bueno, hacemos nuestra música, esa es la respuesta.
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